«El enfrentamiento entre el Ejecutivo y el poder judicial en Estados Unidos alcanza un nuevo nivel con la ofensiva del presidente Donald Trump contra las medidas cautelares impuestas por jueces federales. Estas órdenes han bloqueado varias de sus políticas y han generado un intenso debate sobre la separación de poderes en el país».
WASHINGTON – Trump instó al Tribunal Supremo a restringir la capacidad de los jueces federales para emitir órdenes que frenen sus decisiones, calificando estas medidas como «peligrosas e incorrectas». A través de su red social, Truth Social, arremetió contra los magistrados que han emitido resoluciones en su contra, asegurando que «podrían llevar a la destrucción de nuestro país».

Actualmente, más de un centenar de demandas han sido presentadas contra sus órdenes ejecutivas. Entre ellas, fallos judiciales han bloqueado la prohibición del servicio militar para personas transgénero y han obligado a reinstalar a funcionarios despedidos en múltiples agencias federales. Otro juez también ha frenado su intento de negar la ciudadanía a hijos de inmigrantes indocumentados o con visados temporales nacidos en suelo estadounidense.

Desde su regreso a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump ha gobernado por decreto, buscando ampliar su poder y desafiando los contrapesos institucionales. La batalla entre el Ejecutivo y el poder judicial está lejos de terminar.