«El futuro del sistema educativo en Estados Unidos podría enfrentar un cambio drástico con la posible eliminación del Departamento de Educación. Su desaparición afectaría directamente el acceso a la educación en sectores vulnerables y la aplicación de normativas clave».
WASHINGTON – El Departamento de Educación, creado en 1980, desempeña funciones esenciales en la equidad educativa, desde la asignación de becas hasta la protección de derechos civiles. La eliminación de esta institución impactaría especialmente a las comunidades de bajos recursos y rurales, donde las subvenciones federales representan hasta un 20 % del financiamiento escolar.
Laura Rodríguez, vicepresidenta principal del Centro para el Progreso Estadounidense, subraya la importancia de este organismo en la distribución de fondos a los estados, asegurando que «el Congreso le da los fondos al Departamento de Educación y el Departamento de Educación les da los fondos a todos los estados».

Además, su labor incluye la regulación de ayudas para estudiantes con discapacidad y la supervisión de casos de discriminación en instituciones educativas. Mientras el Gobierno ha anunciado el despido de 1,300 empleados, persisten dudas sobre cómo se mantendrían estos programas sin el organismo.
