RECOGIMOS ESCOMBROS, SECAMOS HUECOS Y VOLVIMOS A LEVANTAR CASITAS DE CARTÓN, MADERA Y ZINC

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¿Cuánto le cuesta al gobierno un programa de viviendas a bajo costo que adescente la zona y a la vez garantice seguridad a las familias que sirven de mano de obra y anfitriona al turismo que promovemos, aunque lo paguen a 50 años?» 

Por: @GeraldoWT.oficial

Punta Cana. Con el paso de Fiona, huracán de apenas categoría uno, pero que nos dejó bien claro que nuestra provincia La Altagracia es preocupantemente vulnerable ante cualquier evento de la naturaleza.

Fiona nos dejó un abecedario de preguntas cuyas respuestas yasen en las futuras intenciones de un verdadero desarrollo que puedan tener los futuros líderes que vendrán, sin duda, como resultado de la mediocridad y falta de vísion de quienes gatean en nuestro patio político, creyendo que corren en un universo imaginario de líderes autoproclamados de la politica actual.

Y de pronto recordé la frase citada por mi padre para describir el aprovechamiento de muchos en momentos de tragedia para capitalizar su imagen, su negocio y hacer fortuna de las miserias ajenas: «La tristeza de algunos es la alegría de otros». Y de pronto nos vimos envuelto en una fiesta de fotos, videos y «fronteo». En el que figuras nacionales y locales parecían competir por «quién barrió más»  o los quiénes bajaron o no a ensuciarse los zapatos caros en el  lodo de los infelices. E hicimos un festival de caritas de piedad ante las lágrimas de quienes lo habían perdido todo. Por bondad tal ves, por piedad quizás o por campaña…, sabrá Dios.

Los del gobierno lo harán ¿por compromiso de sus funciones o por un genuino sentimiento de humanidad? Y los demás…, por qué ahí viene la campaña o porque «hoy por mí y mañana por ti».

En fin…, ahí los vemos…, ahí nos vamos…, recogiendo la basura que nos dejó Fiona y reconstruyendo las mismas casitas de madera, cartón y zinc. ¡QUÉ BARBARIDAD!

Pero: ¿Es tan difícil mirar que nos falta un mapa estructural que distribuya las áreas habitables? ¿No es obvio que nos faltan murallas corta ríos, drenaje pluviales con capacidad rápida de desagüe para unas vías tan vitales para el dinámico turismo que ya recibimos? ¿Cuánto le cuesta al gobierno un programa de viviendas a bajo costo que adescente la zona y a la vez garantice seguridad a las familias que sirven de mano de obra y anfitriona al turismo que promovemos, aunque lo paguen a 50 años?

Y otra vez, digo y río sin reír…,

¡QUÉ BARBARIDAD!

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