Por: Dayli Albuez
«Buscar la tumba de un ser querido en el Cementerio Cristo Salvador, en Santo Domingo Este, se ha vuelto una tarea ardua debido al grave descuido del lugar. La maleza crecida cubre muchas tumbas, alcanzando a veces alturas considerables y bloqueando el acceso a los nichos. Los visitantes se ven obligados a abrirse paso entre la hierba y, en muchos casos, deben caminar sobre las tumbas para encontrar la última morada de sus familiares».
La situación ha llevado a que los “limpia tumbas” sean casi imprescindibles para mantener el área alrededor de los nichos en condiciones mínimas. Estos trabajadores cobran hasta 1,500 pesos por deshierbar, dependiendo del tamaño del área. Para evitar estos costos, algunos visitantes llegan al cementerio equipados con machetes, palas y bolsas, tratando de reducir el gasto.
Además del problema de la maleza, el cementerio presenta otros riesgos. La falta de mantenimiento ha convertido el lugar en un refugio potencial para delincuentes, que pueden esconderse entre la vegetación densa y cometer actos ilícitos sin ser fácilmente detectados. Uno de los visitantes comentó que el descuido también contribuye a que el cementerio se perciba como inseguro y solitario.