«La represión bajo el régimen talibán continúa intensificándose con medidas que rozan lo absurdo y restringen cada vez más la vida cotidiana de la población.»
KABUL. Un nuevo informe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) documenta múltiples casos de detenciones arbitrarias cometidas por los talibanes bajo la llamada ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio (PVPV), una interpretación extremista de la sharía. Más de la mitad de estas detenciones se debieron a la apariencia de los hombres: barbas “demasiado cortas”, peinados indebidos o actividades como escuchar música, tomar fotografías o simplemente no asistir a oraciones.
Según la ONU, los arrestados permanecieron hasta tres días en calabozos o contenedores operados por el Ministerio responsable de aplicar esta normativa. La ley, implementada en 28 de las 34 provincias afganas, otorga poder absoluto a unos 3,300 “inspectores de facto” que vigilan la moral de la ciudadanía, afectando especialmente a mujeres y niñas, ya obligadas a vivir bajo un régimen de restricciones draconianas.

El mulá Haibatullah Akhundzada ha rechazado cualquier interferencia internacional en este proceso, mientras la comunidad global denuncia el creciente clima de miedo y opresión en el país.