“Un símbolo nacional reducido a cenizas, una banda armada que controla la capital y un país que sigue perdiéndose entre ruinas, silencio y miedo.”
PUERTO PRÍNCIPE. HAITÍ – Haití ha perdido uno de sus íconos más preciados. El histórico hotel Oloffson, construido a finales del siglo XIX y considerado joya patrimonial del Caribe, fue completamente destruido la noche del sábado 5 de julio en un incendio provocado, según fuentes locales, por miembros de la coalición criminal Viv Ansanm, liderada por Jimmy Chérizier, alias Barbecue.
Ubicado en la avenida Christophe, a la entrada del conflictivo barrio Carrefour-Feuilles, el hotel había sobrevivido terremotos, dictaduras y décadas de inestabilidad política. Pero esta vez no resistió la violencia de una nación en ruinas.
Durante décadas, el Oloffson fue refugio de estrellas internacionales y artistas, y su imponente estructura de madera fue inmortalizada en la novela Los Comediantes del escritor británico Graham Greene. También fue residencia de los Sam, una de las familias políticas más influyentes de Haití.
Hoy, sus columnas victorianas y salones llenos de historia son cenizas. La violencia que consume Haití no solo deja muertos y desplazados; también arrasa con su memoria. El ataque no solo fue un golpe cultural, sino también una señal del vacío de poder: mientras bandas criminales como Viv Ansanm imponen su ley, el patrimonio nacional desaparece entre llamas sin que nadie responda.





