MA. Joanna Garrido Cedano
Psicóloga Clínica y Terapeuta Familiar
Cuando la pareja no es partícipe de esta lista mental—que incluye desde la ropa que hay que lavar y planchar hasta las citas médicas de los hijos, esposos y hasta los suegros—se evidencia una desconexión entre ambos. Solo uno de los dos lleva en su espalda todo el peso del matrimonio.
Como consecuencia, nos encontramos con mujeres cansadas, estresadas, malhumoradas, con un aparente descuido físico y baja apetencia sexual.
¿Cómo evitarlo?
Los hombres deben actuar como parte del equipo y no como si solo les correspondiera una parte del compromiso familiar. Es cierto que son proveedores, pero seamos honestos: las mujeres también lo son. Ustedes también piensan… ayúdala a pensar.