El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) alcanzó un nuevo récord en su política de detenciones tras anunciar que el pasado lunes arrestó a 1.179 inmigrantes en diversas redadas a lo largo del país. Esta cifra marca el mayor número de aprehensiones en un solo día, como parte de la estrategia de la Administración Trump para endurecer la política migratoria y acelerar las deportaciones.
Arrestos masivos y perfiles de los detenidos
De acuerdo con datos obtenidos por NBC News, solo el 52 % de los detenidos fueron considerados «arrestos criminales», es decir, inmigrantes con antecedentes penales o casos legales pendientes en sus países de origen. Esto significa que el 48 % restante corresponde a personas sin antecedentes delictivos que fueron arrestadas únicamente por su situación migratoria irregular.
Las redadas se intensificaron en ciudades con alta población inmigrante como Los Ángeles, Houston, Chicago, Nueva York y Miami. Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes han denunciado que muchas de estas detenciones afectan a familias que llevan años en EE.UU. sin historial criminal.
Reacciones y consecuencias
El aumento de los arrestos ha generado una ola de temor e incertidumbre entre las comunidades inmigrantes. Líderes comunitarios han criticado la falta de transparencia en los procedimientos y advierten sobre posibles violaciones a los derechos humanos.
Mientras tanto, el gobierno de Trump ha reiterado que estas acciones buscan reforzar la seguridad nacional y cumplir con las promesas de campaña sobre inmigración. Se espera que las redadas continúen en las próximas semanas, con cifras que podrían seguir aumentando.