«El huracán Rafael, ahora de categoría 1, se desplaza hacia el oeste de Cuba después de haber dejado lluvias intensas en Jamaica y las Islas Caimán».
Este evento representa otro golpe para Cuba, que sigue enfrentando apagones y las consecuencias de otro huracán que afectó la isla hace solo dos semanas, causando al menos seis muertes en la región oriental.
El miércoles por la mañana, Rafael se ubicaba a unos 105 kilómetros al noreste de Grand Cayman, en las Islas Caimán, con vientos sostenidos de 140 km/h y moviéndose al noroeste a 20 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami. Los meteorólogos han advertido que el huracán podría alcanzar categoría 2 al llegar a la costa cubana, con fuertes lluvias y vientos que aumentan el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra.
Ante el avance de Rafael, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un aviso para Cuba, instando a los ciudadanos estadounidenses y al personal no esencial a abandonar la isla y reconsiderar los viajes hacia allí. Las autoridades cubanas también han tomado medidas de precaución. La Protección Civil de Cuba alertó a la población mediante redes sociales, subrayando la importancia de resguardarse en un lugar seguro. Además, el lunes se ordenó la evacuación de 37,000 personas en la provincia de Guantánamo debido al mal tiempo.
