“Mató a pacientes que no querían morir, manipuló medicamentos, incendió escenas del crimen y regresó de vacaciones como si nada. Ahora enfrenta la posibilidad de nunca salir del encierro.”
BERLÍN. ALEMANIA – Un médico de cuidados paliativos será juzgado por el asesinato de 15 pacientes, a quienes supuestamente drogó e inmovilizó para provocarles la muerte en silencio. Johannes M., el acusado, trabajaba a domicilio y, según la Fiscalía, administró primero un tranquilizante sin indicación médica y luego un relajante muscular capaz de paralizar la respiración. Lo hizo en repetidas ocasiones, incluso con pacientes que no deseaban morir.
Las muertes se extendieron desde 2021 hasta 2024. Doce de ellas ocurrieron en apenas siete meses del último año. Pero eso no es todo: en cinco ocasiones, el médico también habría incendiado las viviendas tras cometer los crímenes. La sospecha nació cuando su jefa notó un patrón de muertes y fue alertada por los incendios. Tras su última víctima, el médico fue arrestado en el aeropuerto al volver de vacaciones y desde entonces está en prisión preventiva.
Además de los 15 homicidios, hay otros 75 casos bajo investigación y la sospecha de un crimen en Polonia. Johannes M. podría enfrentar cadena perpetua, la prohibición de ejercer la medicina de por vida y reclusión indefinida. El juicio incluirá 35 audiencias hasta enero de 2026.
El caso recuerda al del enfermero Niels Högel, condenado por asesinar a 85 pacientes en 2019. Alemania vuelve a enfrentarse al horror de un profesional que convirtió el cuidado en una trampa mortal.
