Nicolás Maduro ha arremetido contra Edmundo González Urrutia, tildándolo de “desleal” y “cobarde” tras su ausencia en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Maduro, en un despliegue de desdén y cinismo, preguntó en público, “¿Dónde se esconde el cobarde?” mientras acusaba al opositor de engañar a sus seguidores y eludir la justicia.
EL TSJ, LA VERIFICACIÓN Y EL ESQUIVO GONZÁLEZ URRUTIA
El TSJ, bajo el mando de Maduro, confirmó los resultados que le aseguran un tercer mandato, mientras la oposición grita fraude. González Urrutia, el líder opositor, ha desafiado la legalidad del proceso, negándose a comparecer y calificando la verificación como una farsa. El presidente, no obstante, parece disfrutar en su papel de villano, usando cada oportunidad para descalificar a su rival.
UNA Farsa EN ESCENA: EL DESAFÍO Y LA BURLA
Maduro no solo ataca a González Urrutia; su espectáculo se ha convertido en una burla al proceso democrático. En vez de una confrontación legítima, estamos ante un teatro de poder donde el presidente lanza ataques mordaces mientras descalifica cualquier resistencia. La pregunta es si esta comedia de errores llevará a una verdadera crisis política o si solo será otra página en el libro de desatino venezolano.