El Gran Premio de Canadá vivió un momento tenso cuando Lando Norris chocó por alcance contra su compañero Oscar Piastri en la recta de meta, cuatro vueltas antes del final. Piastri logró continuar para terminar cuarto, mientras que Norris se retiró y asumió responsabilidad ante los comisarios y medios por una maniobra que muchos consideran imprudente


Lo que pudo haber sido un enfrentamiento silencioso entre compañeros se transformó en una escena inesperada: Norris se acercó al Australiano tras la carrera y, mirándolo a los ojos, admitió con sinceridad: “Lo siento… fue todo mi culpa”. Piastri respondió con un “no, está bien” y una sonrisa, dejando claro que el respeto mutuo aún tiene espacio en la F1.
La Federación de la F1 dejó claro que el choque fue obra de Norris, imponiéndole una penalización de cinco segundos, aunque sin impacto real en la clasificación final . El líder interino del equipo, Andrea Stella, respaldó públicamente a ambos pilotos, pero señaló que la maniobra fue “inaceptable”.
Más allá del episodio, la colisión pone en evidencia la tensión competitiva entre dos jóvenes estrellas de McLaren, con consecuencias palpables en puntos y confianza. Norris, dolido, reconoció que su error lo dejó “haciéndome el tonto” y cargando con cierta culpabilidad .

En paralelo, el domingo fue un día histórico para George Russell, quien aprovechó el caos en McLaren y la estrategia con coche de seguridad para quedarse con la victoria, confirmando que Mercedes está dispuesto a pelear de verdad por el campeonato .