Por: Genesis Lara
»Los cuerpos fueron hallados por vecinos en plazas y calles de la Penha, mientras crecen las denuncias por abuso policial y ejecuciones extrajudiciales»
RÍO DE JANEIRO, BRASIL – Lo que comenzó como una operación contra el crimen organizado se transformó en una tragedia sin precedentes. La incursión policial llevada a cabo el martes en los complejos de la Penha y el Alemão dejó 132 muertos, incluidos cuatro agentes, marcando el operativo más letal registrado en Río de Janeiro.
La Defensoría Pública regional confirmó la cifra de víctimas, señalando que muchos de los cuerpos fueron hallados por los propios familiares, tendidos en plazas y calles de la comunidad. El operativo movilizó a 2,500 agentes, vehículos blindados y helicópteros, con el objetivo de ejecutar 100 órdenes de arresto contra miembros del Comando Vermelho, una de las bandas más poderosas del país.
Sin embargo, lo que debía ser una operación de control terminó desatando el caos. Los enfrentamientos con presuntos delincuentes derivaron en escenas de guerra urbana, con bloqueos, suspensión del transporte público y cierre de escuelas y centros de salud.
El gobernador Cláudio Castro reconoció que la cifra oficial “seguro aumentará”, mientras que organismos de derechos humanos denuncian el uso excesivo de la fuerza y exigen una investigación independiente. La Defensoría Pública recolecta testimonios de los sobrevivientes y familiares “para contribuir a la respuesta institucional ante la violencia estatal nunca vista”.
