«La tercera edición de Afro Fest 2023, celebrada el pasado fin de semana en Samaná, fue un vibrante despliegue de cultura afrocaribeña. El festival, se llenó de música, danza y gastronomía, ofreciendo una experiencia variada para los asistentes. Sin embargo, bajo el colorido espectáculo se esconde una cruda realidad: la falta de apoyo gubernamental ha marcado una clara diferencia entre la promesa de respaldo cultural y la realidad del evento».
A pesar del entusiasmo del público y la participación activa de los negocios locales, la organizadora Stephanie Franco, quien ha llevado a cabo este proyecto desde 2018, se ha visto forzada a depender del patrocinio privado para su realización. La pandemia y la indiferencia institucional no han impedido que Franco reviva el festival con renovada energía, pero el vacío de apoyo oficial sigue siendo un obstáculo considerable.
Aunque el alcalde Nelson Antonio Nuñez y la diputada Carmen Lidia Williams asistieron y reconocieron el valor cultural del festival, este apoyo no ha sido suficiente para cubrir la ausencia de respaldo estatal. El éxito del evento se basa en la participación de la comunidad y la contribución de los negocios locales, pero plantea una pregunta importante: ¿cuánto tiempo más podrá sostenerse una celebración cultural sin el apoyo que merece?