«He recibido denuncias escalofriantes, centros educativos que han sido escenarios de acoso y abuso de autoridad por maestros, cuando la misión es formar en conocimiento y valores….»
Verón resguarda un indignante secreto, según una fuente que debe ser protegida, un maestro propuso subir calificaciones a una joven a cambio de sexo, un caso de muchos. Mientras en Bávaro, padres aseguran que maestros piden dinero para promover a estudiantes. Delitos que no son denunciados por miedo de victimas y porque ciertos centros educativos cuidan más su reputación que su responsabilidad con los estudiantes.
Mediciones revelan que el 70% de los padres no confía es las escuelas para manejar estos casos, y el 50% de los estudiantes ha presenciado alguna mala conducta.
Son necesarios programas de capacitación ética, mecanismos de denuncias y reforzar la supervisión escolar. Así se podrá garantizar un ambiente seguro para los estudiantes.