Por: Genesis Lara
“Por primera vez en la historia de la sismología moderna una cámara grabó cómo la tierra se parte en vivo mostrando que las fallas no solo rompen sino que lo hacen en curva y a velocidades supersónicas”
THAZI MYANMAR – Lo que parecía imposible fue captado en video y ahora reconfigura la forma en que entendemos los terremotos. El pasado 28 de marzo de 2025, un poderoso sismo de magnitud 7.7 sacudió el centro de Myanmar, y dejó a su paso una revelación científica sin precedentes: una cámara de seguridad grabó cómo la tierra se abrió literalmente, revelando por primera vez una ruptura curvada en una falla tectónica.
El video, grabado desde una granja solar cercana a Thazi, muestra una escena impactante: el suelo se rompe en una línea que no sigue un trazo recto sino una curva serpenteante. Según análisis posteriores realizados por geofísicos de la Universidad de Kyoto, la ruptura se desplazó 2.5 metros en apenas 1.3 segundos, alcanzando una velocidad pico de 3.2 metros por segundo. Esto confirma un tipo de deslizamiento impulsivo conocido como pulso de ruptura, y se convirtió en el primer registro visual de una falla curva en acción, algo que hasta ahora solo se infería por rastros geológicos llamados slickenlines.
Los hallazgos fueron publicados el 18 de julio de 2025 en la revista The Seismic Record y se distribuyeron en medios como LiveScience, Gizmodo, ScienceDaily y Phys.org, quienes coinciden en que el fenómeno representa un hito en la historia de la geofísica.
Además de su impacto visual, el estudio reveló que la ruptura ocurrió bajo una dinámica conocida como supershear, una propagación más rápida que las ondas sísmicas tradicionales, lo que explicaría la fuerza y los daños del evento. La evidencia sugiere que este tipo de rupturas podría ser más común de lo que se pensaba y obliga a replantear modelos sísmicos actuales.
