“Los hogares más pobres no solo gastan más proporcionalmente, sino que resisten con menos ingresos una canasta que no deja de subir.”
RD.– Durante los primeros cuatro meses del 2025, el costo de la canasta familiar en la República Dominicana mantuvo una tendencia ascendente que, aunque golpea a todos los sectores, representa un desafío más severo para los hogares de menores ingresos.
Así lo establece el informe Costo de la Canasta Familiar por Quintiles de Ingresos, publicado por el Banco Central y basado en la Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares (ENGIH 2018). El documento confirma que los aumentos fueron generalizados, pero revela con crudeza cómo el impacto real del alza es mucho más significativo en los quintiles más vulnerables.
Por ejemplo, en el primer quintil —el de menores ingresos—, la canasta básica subió de 27,828.58 a 27,968.34 pesos, un alza de 139.76 pesos. Aunque numéricamente parezca baja, para familias con ingresos limitados cada peso extra significa un esfuerzo mayor. En contraste, en el quinto quintil —hogares de mayores ingresos— el aumento fue de 635.06 pesos, pasando de 75,490.79 a 76,125.85, lo que representa un incremento del 0.84 % frente al 0.50 % de los más pobres.
El ingreso promedio por hogar en el país es de 44,748 pesos mensuales. De ese total, más del 71 % se origina en actividades económicas realizadas por miembros del mismo hogar, un 18.4 % proviene de ayudas y transferencias, y apenas un 2.4 % corresponde a rentas de capital y alquileres.
Aunque el incremento en la canasta familiar se percibe en todos los estratos, para muchos hogares el alza no se traduce solo en números, sino en sacrificios diarios: menos comida en la mesa, más deuda y un poder adquisitivo que se esfuma sin hacer ruido.
