Por: Genesis Lara
»La ONU se declaró «horrorizada», mientras que Human Rights Watch instó al Ministerio Público a investigar cada muerte»
RÍO DE JANEIRO, BR – Una operación policial histórica y altamente letal dejó al menos 64 muertos en Río de Janeiro, provocando la condena de la ONU y la alerta de Human Rights Watch.
Unos 2,500 policías fuertemente armados ingresaron a zonas densamente pobladas, donde se produjeron tiroteos, incendios y enfrentamientos. El gobernador Cláudio Castro confirmó 60 sospechosos muertos y lamentó la muerte de cuatro policías. Además, 81 personas fueron detenidas durante la intervención.
El operativo causó caos en la ciudad: calles bloqueadas, vías cerradas, 50 autobuses utilizados para barricadas y suspensión de clases en 85 centros educativos. Los comercios y escuelas permanecieron cerrados mientras la población vivía aterrorizada por las ráfagas de disparos.
Los helicópteros policiales y drones participaron en el despliegue, incautando media tonelada de drogas y 100 fusiles. El operativo, denominado “Contención”, buscaba combatir al Comando Vermelho, la principal organización criminal que opera en las favelas del norte de la ciudad.

El operativo refleja la complejidad de combatir el crimen organizado en barrios pobres de Río, donde la violencia se entrelaza con la vida cotidiana de la población, y abre un debate internacional sobre derechos humanos y la proporcionalidad de las intervenciones policiales.





