Por: Genesis Lara
»La propuesta ya fue aprobada, pero el verdadero desafío es que se cumpla. El Salado no necesita resoluciones archivadas, necesita maquinarias en la carretera»
LA CEIBA, RD – La aprobación en el Senado de la resolución que solicita al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) el asfaltado del desvío La Ceiba–Macao reaviva una demanda comunitaria que acumula años sin respuesta.
La propuesta no solo se trata solo de una vía secundaria, es el tramo marcado por el deterioro, la inseguridad y las muertes. La carretera, en condiciones críticas, no solo retrasa al turismo y encarece el transporte, también ha cobrado vidas humanas.
Habitantes de la Ceiba recuerdan que al menos siete personas han perdido la vida en accidentes asociados a este trayecto. La población insiste en que la falta de señalización, el mal estado del pavimento y la ausencia de iluminación convierten cada viaje en una ruleta rusa. Declaran que no piden lujos, solo seguridad para estar en su comunidad en paz.
El senador Barón Duluc defendió la resolución, pero subrayó que ahora la responsabilidad recae en el MOPC, único órgano capaz de transformar la aprobación en obra tangible. La comunidad y empresarios turísticos advierten que sin intervención inmediata, el desvío seguirá siendo una trampa para trabajadores, visitantes y conductores de carga.

El verdadero desafío no está en el Congreso, sino en la ejecución. Cada día de espera aumenta el riesgo, las pérdidas económicas y las tragedias evitables. Esto afecta directamente a la comunidad, pues mostrará si las autoridades realmente se preocupan por el bienestar de las comunidades.
La resolución ya está aprobada, pero el verdadero desafío es que no se convierta en otra promesa archivada. Porque cada día de espera se mide en más riesgo, más pérdidas y, como recuerdan en La Ceiba, más muertes que pudieron evitarse.