Por: Genesis Lara
«Lo que debería ser un debate democrático se convierte en un choque frontal que expone la fragilidad y las tensiones internas en el corazón del gobierno.»
SANTO DOMINGO. RD – El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, mostró un marcado descontento ante la carta pública firmada por la primera dama Raquel Arbaje, sus hijas y otros miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quienes manifestaron serias preocupaciones sobre los retrocesos en derechos humanos que, según ellos, podría acarrear la reforma al Código Penal que actualmente debate el Congreso dominicano.
Pacheco criticó la forma en que se transmitió la disidencia, calificándola de inapropiada y poco respetuosa, tanto para él como para sus colegas legisladores. “Merecíamos que nos lo dijeran de otra manera”, sentenció, en un mensaje claro que evidenció la fractura política dentro del mismo partido gobernante. Este enfrentamiento se enmarca en un momento delicado en que la reforma penal genera debates acalorados y divergencias profundas incluso dentro de la bancada oficialista.
El líder legislativo recordó el sacrificio y el compromiso que él y sus compañeros hicieron para asegurar el triunfo electoral que llevó al presidente Luis Abinader al Palacio Nacional, reforzando así el sentimiento de unidad y lealtad que él considera indispensable para sacar adelante la reforma. Sin embargo, la carta emitida por la primera dama y sus hijas evidencia un malestar interno y una demanda de mayor consideración hacia temas sensibles como los derechos humanos.

Esta situación pone en alerta a diversos sectores políticos y sociales, pues revela una tensión que podría debilitar la gobernabilidad y complicar el proceso legislativo. La ciudadanía y los observadores atentos están atentos a cómo este episodio influirá en la percepción y estabilidad del gobierno, especialmente en un escenario donde la defensa de derechos fundamentales cobra vital importancia.
La controversia no solo afecta la imagen del PRM, sino que también pone en el centro del debate la forma en que se manejan las diferencias dentro de un mismo partido y el respeto a la pluralidad de voces. Esta fractura podría tener repercusiones en el respaldo popular y en la cohesión del bloque oficialista, aspectos críticos en tiempos de reformas controversiales.




