SOY PROSTITUTA…, ¿Y QUÉ?

0

Geraldo WT 

No tengo porqué dar mi nombre. ¿Por qué quieres mi historia? Que no se te vaya a ocurrir sacarme como noticia, aunque total…, ustedes sólo escriben de cosas que representen intereses o de aquello que les suma ego, notoriedad o fortuna. Sin embargo, las mejores noticias nunca son publicadas, y ojalá y no suceda, imagínate cuantos divorcios y escándalos habrían; porque yo sí que conozco muchos que darían buena portada. Esos que visten de corbata en la mañana y que con cara de intelectuales ocultan su perversidad, pero que pagan para que una desconocida le haga lo que no se atreven a pedirle a sus esposas.

A veces me topo en el supermercado con el codo de alguna “señora” que me mira como a un fenómeno, o como si yo fuese un espécimen raro, como si quisieran gritarnos con la mirada: “prostituta”, yo sólo suelo mirarlas y preguntarme sin hablar: ¿Y esta, de cuál de los de anoche será la esposa?

Y sí. Soy Prostituta ¿y qué?

Porque cobro en efectivo por lo que otras hacen a cambio de congraciarse con el jefe. O porque no le finjo cariño a un esposo para luego pedirle un regalo, y porque no me casé por el apellido o el dinero de un Don Juan. Tengo tres años en Bávaro, un niño de dos y tan sólo nueve meses que empecé a trabajar. Deduce que hace una mujer cuando es inmigrante y no tiene donde vivir, cómo comer y qué mandarle a los del campo…, hasta que descubres que cargaste con tu propio tesoro toda la vida encima.

Aunque, no te lo voy a negar…, esta no es la vida que soñé.

Yo también soné con graduarme, ser una chica ejecutiva o la esposa de un Don Juan. Y aun espero, que me ría la suerte, que me cambie el destino. Mientras tanto…, sigo cobrando a la franca por lo que otras hacen por trueque.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí