El turismo del Este continúa dando pasos firmes hacia la sostenibilidad con la entrada en operación de una planta solar fotovoltaica de 1.05MWp en las instalaciones del Grand Sirenis Punta Cana. El proyecto, desarrollado en colaboración con el Consorcio Energético Punta Cana–Macao (CEPM), representa un hito para la transición energética en Uvero Alto y para el modelo de turismo responsable que impulsa la zona Este.
La planta está conformada por 1,568 módulos fotovoltaicos de 670Wp, capaces de generar alrededor de 1,659MWh al año, lo que equivale a evitar la emisión de 1,173 toneladas de CO₂ anuales. Con este paso, Grand Sirenis fortalece su programa interno de sostenibilidad y demuestra que los destinos turísticos pueden operar bajo estándares internacionales sin comprometer la calidad de la experiencia para sus visitantes.
Desde CEPM, su gerente general Óscar San Martín destacó el impacto estratégico de la iniciativa: “Esta planta marca un hito en la transición energética de Punta Cana. Junto al sector turístico estamos liderando el camino hacia un turismo carbono neutral, en línea con nuestro plan CEPM Zero y una inversión de 1,000 millones de dólares para fuentes renovables”.
La alianza entre Grand Sirenis Punta Cana y CEPM refuerza el liderazgo del consorcio energético como catalizador de proyectos que combinan innovación tecnológica y sostenibilidad ambiental. La compañía ha consolidado en los últimos años una hoja de ruta clara hacia la descarbonización, incorporando fuentes limpias que permiten a hoteles, comercios y comunidades de la zona Este operar con energía más segura, eficiente y respetuosa con el entorno.
La iniciativa también está alineada con programas de gestión ambiental en hoteles que abarcan reciclaje, cuidado de playas y talleres educativos, elementos que fortalecen el vínculo entre la industria turística, la inversión extranjera y la protección de los ecosistemas costeros de la región.
Con este paso, CEPM reafirma su papel como aliado estratégico de la transformación energética en República Dominicana, en un momento en que el turismo internacional exige destinos más responsables con el medio ambiente.





