Por: Genesis Lara
“La sombra del portaaviones USS Gerald R. Ford se extiende sobre el Caribe…,”
WASHINGTON, EE. UU. – La tensión geopolítica vuelve a elevarse en el Caribe. El despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande y poderoso del mundo, en aguas cercanas a América Latina, ha encendido las alarmas sobre una posible acción militar de Estados Unidos contra Venezuela.
La maniobra, que moviliza a miles de soldados, aviones de combate y naves de apoyo, forma parte de una operación antinarcótico que ya ha dejado decenas de bajas en el mar Caribe, pero que ahora adquiere un tono estratégico más profundo.

El expresidente Donald Trump —quien ha retomado la línea dura hacia Caracas— insinuó que podría extender la ofensiva a territorio venezolano, aunque luego negó planear un ataque inmediato. El discurso de la Casa Blanca mantienen abierta la posibilidad de operaciones selectivas contra laboratorios de droga, pistas clandestinas y bases logísticas en la frontera, incluso instalaciones militares vinculadas al Cartel de los Soles, una red que Washington atribuye al régimen de Nicolás Maduro.
Analistas militares coinciden en que cualquier ataque tendría un carácter de precisión y no de invasión total, buscando debilitar la estructura militar y financiera de Caracas.




